Perera: “Este año, en las dos salidas a hombros de Madrid, he sentido que tocaba el cielo”

El paseíllo de su trayectoria arrancó al dar sus primeros pases con la camisa de su padre y un palo, algo que suena ya lejano para uno de los toreros más reconocidos de España. La última temporada, con dos salidas a hombros por la Puerta Grande de Las Ventas, le sitúa ante la crítica como el gran triunfador. Con ese plus añadido y casi sin parón, Miguel Ángel Perera espera poder tomarse las uvas que no pudo tomarse el año pasado y afrontar con ilusión y responsabilidad los retos que se presentan para 2015.

Infoactualidad: Parece que en su trayectoria los premios y reconocimientos no cesan, recientemente ha conseguido la Oreja de Oro de RNE, ha sido también reconocido por el Club Taurino de Londres, y le sitúan como uno de los triunfadores de la última temporada… ¿Siente que su esfuerzo está reconocido?

Miguel Ángel Perera: ¡Por supuesto! Este año he sentido un reconocimiento muy grande. Han sido muchísimos los premios que me han sido concedidos, y eso siempre lleva aparejado el haber sabido llegar al público, así como a la crítica que, de manera bastante unánime, ha cantado mis tardes.

I.: Cuándo salta al ruedo, ¿de dónde se saca el valor necesario antes de cada corrida?

M.A.P.: De la responsabilidad. Ella es la que me hace sacar lo mejor de mí. Sé que cada tarde es importante, y que el público desea verme al cien por cien.

I.: El mundo del toro requiere concentración y dedicar casi su vida por completo a esta profesión, ¿Consigue desconectar cada día? ¿Ha llegado incluso a soñar por la noche con el mundo del toro?

M.A.P.: Ser torero es una forma de vida. No desconecto nunca; el toro siempre ronda por mi cabeza, y así lo quiero. No podría ser de otra manera. Además, yo soy de esos toreros que no para el ritmo durante todo el año. Si lo hiciera, creo que me costaría más. Necesito el contacto diario con los trastos, el toreo de salón. Y sí, claro que se sueña con el toro. Él aparece muchas noches.

I.: Y hablando de sueños… ¿Cree que ha cumplido el suyo?

M.A.P.: Este año, en las dos salidas a hombros de Madrid, he sentido que tocaba el cielo. Puedes soñar con algo así, pero lo ves casi inalcanzable. Y ser capaz de lograrlo dos tardes consecutivas, va mucho más allá de lo que uno imagina. No obstante, sigo soñando, no me paro aquí. Me queda un largo camino, y espero seguir rebasando metas que, por ahora, se me antojan inalcanzables. Inconformismo en estado puro, se podría decir.

I.: ¿Cuándo decidió ser torero?

M.A.P.: De chavales, mis hermanos y yo jugábamos al toro. Con una camisa de nuestro padre y un palo, montamos nuestra primera muleta. Veía en la televisión corridas de toros, y me llamaba la atención. Después, cuando me fui al colegio San José, tuve la oportunidad de ir a un tentadero, y me lancé a torear. Sentí la llamada, y de allí, a la Escuela Taurina de Badajoz.

I.: Desde entonces ha llovido mucho y se ha consagrado como uno de los grandes. Tras todo un sinfín de galardones, ¿Tiene alguna espinita clavada de algo que le quede por cumplir?

M.A.P.: ¡Por supuesto! Ya he dicho antes que soy inconformista por naturaleza. No me recreo durante mucho tiempo en los logros, pues sé que de ellos no se vive. Hay que luchar en el día a día para ser más, para llegar a más. Me quedan muchas cosas por ver cumplidas, como la Puerta del Príncipe de Sevilla, que tan cerca estuve de traspasar en la Feria de San Miguel de 2013, o la de Bilbao, que tan a tiro he tenido en mis dos tardes esta temporada. ¡Y más, mucho más!

I.: Casi sin parón entre una temporada y otra, ¿Cómo se presenta el 2015 para Perera?

M.A.P.: Con muchísima ilusión, y una enorme responsabilidad. Saber que partes como el triunfador de 2014 tiene un plus. Pero esta temporada no ha salido de la nada, sino que ha venido a refrendar las dos anteriores. Desde 2012 el nivel ha sido muy alto, lo que ha pasado es que este año los triunfos han sido mucho más sonoros. Pero el Perera de ahora se lleva fraguando desde hace mucho tiempo.

I.: ¿Guarda con especial ilusión estar en algún cartel este año que va a comenzar?

M.A.P.: Espero comenzar en Olivenza, mi casa. Y partiendo de allí, todo lo que venga, que espero que sea bonito.

I.: Con la apretada agenda que tiene, ¿Dónde tiene previsto tomarse las uvas este año?

M.A.P.: En mi casa, con los míos. El año pasado nos tocó hacerlo en el avión que nos traía de Cali (Colombia), y en él no había uvas. Así que me resarciré con las campanadas de 2015, un año muy especial para mí.

I.: ¿Qué deseo le pide al año que va a empezar?

M.A.P.: Salud para mi familia, para mis seres queridos. Con ella, todo se puede afrontar.

I.: Un año en el que habrá elecciones autonómicas, municipales y generales… ¿Cree que el futuro de la tauromaquia está en manos del poder político?

M.A.P.: No lo creo; es la realidad. Y tendremos que luchar por salir de ahí. El toreo es del pueblo. Siempre lo fue. Así que, a él hay que devolvérselo.

I.: ¿Un posible acceso de Podemos a las instituciones acabaría con fiestas como los Sanfermines o las corridas de toros?

M.A.P.: Ellos llevan en su programa prohibir los festejos taurinos. Sólo espero que la gente recapacite y se dé cuenta de que sus ideas, en cualquier ámbito, son nefastas.

I.: ¿Votaría antes a un partido antitaurino o se cortaría la coleta?

M.A.P.: Jamás votaría a un partido antitaurino.

I.: A pesar de su juventud, y de los retos que le quedan por delante, ¿Un torero piensa en cuál será el día que todo termine?

M.A.P.: Yo, ni lo barajo. Me queda mucha guerra que dar.

I.: El día que deje los ruedos, ¿Dónde le gustaría despedirse?

M.A.P.: No lo sé, nunca lo he pensado, la verdad.


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