lunes, 4 de octubre de 2010

¿Infravalorado por la religión?...


Es muy sencillo hacer una crítica desde fuera sin saber nada de lo que hay dentro. Muchos os preguntareis el por qué de mi afirmación. Sin más demora me limito a analizar los hechos y dejadlos en suspensión para que cada cual saque su propia conclusión.
Feuerbach, filosofo alemán del siglo XIX, expuso en su obra “La esencia del cristianismo”( 1840) que el hombre esta alienado dentro de la religión. Pues, según él, el hombre se encuentra infravalorado dentro del pensamiento religioso, ya que le atribuye a Dios lo mejor y deja para sí mismo lo peor.
Este concepto de alienación lo retoma Marx; pero lo considera insuficiente, y asegura que el hombre no sólo se encuentra alienado en la religión, sino que además se encuentra alienado dentro del Estado y la propia sociedad.

Ninguno de los dos comulgaba con el postulado cristiano. Pero nosotros sí, por lo que podemos responder a estas afirmaciones dentro del punto de vista de nuestra comunidad cristiana. ¿Estamos atribuyendo a Dios lo positivo y dejando caer sobre nosotros lo negativo? Cuando Dios creó al hombre lo creo a “imagen y semejanza suya”. Este es el principio sobre el que se basa nuestra religión, la igualdad y la semejanza entre Dios y el prójimo.
Aún así, el hecho de dar a Dios lo positivo no significa ninguna maldad ni ningún menosprecio hacia nosotros mismos; pues es una muestra de solidaridad que ojala toda la sociedad tuviese. Resultaría realmente difícil que en nuestra sociedad alguien se despojase de sus lujos internos para infravalorarse ante los demás.

En el caso de que todos nos atribuyéramos lo positivo y lo mejor, sólo podría dar lugar a luchas por el poder, porque todos, como somos los mejores, querríamos ser presidentes, pues nadie tiene tanta aptitud como nosotros. Por tanto ese es un término que quedaría descartado desde mi punto de vista.

Es desde la sencillez natural desde donde uno se crece y llega a lo más alto, no creo que la religión infravalore a nadie, sino que enseña a valorar a los demás y a Dios sobre todas las cosas, porque es nuestro padre; y ante todo un padre merece respeto.

Jesús murió por todos nosotros en una cruz, quedó humillado, hundido e infravalorado. Pero, gracias a eso, nosotros nos hemos salvado. Pues de la humildad de Dios, que nos entregó a su hijo Jesús y la entrega de éste al decir “hágase tu voluntad sobre todas las cosas” sirvió para nuestra salvación.
Sin intención de alargarme más, pienso, que las afirmaciones que hace Feurbach y después Marx deberían ser replanteadas y respondidas por los que de verdad son cristianos.
¿Os consideráis infravalorados por vuestra religión? ¿Dios tiene todo lo positivo y nosotros lo negativo?... Ahí queda eso en el aire, que cada persona saque sus conclusiones, pues no es mi voluntad intervenir en la opinión de nadie.
Sólo decir para finalizar que el hombre en la religión no se encuentra infravalorado, sino en igualdad. Esa es la ecuación del cristianismo, la igualdad entre Dios y sus hijos, claro que Dios es nuestro padre, y como todo padre merece y quiere el mejor trato por parte de sus hijos. ¿Es eso pedir mucho a cambio de habernos dado la vida?

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