Se muestra como un gran apasionado de la política y la prensa. Tanto es así que, este periodista de voz tenue y mirada afable, no recuerda cual de las dos inclinaciones condicionó antes su vida. Probablemente naciera yuxtapuesta una a la otra, aunque de lo que sí tenemos constancia es que desde los 14 años el periódico ha sido su compañero de viaje. Un compañero de viaje que le ha llevado a recorrer la actualidad política y periodística de EL PAÍS.
Como analista político que es, le enardece vivir una campaña electoral en la que los resultados no están claros y ver los esfuerzos de los partidos por intentar acertar con el mensaje, cambiar corrientes de opinión y arrastrar los últimos votos, que en la mayoría de los comicios pueden ser decisivos, aunque en la campaña que ha llevado a Mariano Rajoy a la Moncloa, según manifiesta, no lo hayan sido tanto.
El perfil de Carlos E. Cué, en la red social de Twitter, da fe de que se ha sentido un poco decepcionado con las últimas elecciones nacionales, ya que el resultado estaba cantado de antemano. Además, nos confiesa que un único debate, como ha habido en esta campaña electoral, le parece un gran retroceso y admite que lo interesante de la política es que haya incertidumbre en el resultado.
Para este licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Alcalá de Henares, esta campaña contrasta con la que arrebató en 2004 el Gobierno al Partido Popular y que estuvo enmarcada por el atentado del 11 de Marzo. Los cuatro días de marzo que cambiaron un país significaron el acontecimiento de su vida periodística más trascendental y, sin ninguna duda, cambió su vida profesional. Este hecho, que vivió casi a tiempo real, hizo que muchas personas cambiaran su voto y algunos que no tenían pensado acudir a las urnas lo hicieran; un suceso, que para él, no había ocurrido nunca antes en ningún país.
Siempre se muestra muy respetuoso con la intención de voto de cada persona, por lo que opina que la gente vota siempre bien a quien quiere. En esta misma línea, alega que en los atentados previos a las elecciones no se votó de manera impulsiva, sino que se obligó a plantearse determinadas cuestiones, no menos reflexivas, como la gestión que se hizo de los atentados, en tan sólo 24 horas.
Todo el mundo se interesó por la política durante esos tres días, sin embargo, a este analista que lleva más de 12 años ocupando la sección de política del diario de mayor tirada en España, le extraña que la gente no se interese más por ella, ya que todas las decisiones importantes que afectan a la vida de las personas se toman en la política. No obstante, alega, a la vez que se rasca la oreja, no sorprenderle que la población se encuentre desencantada de los políticos que hay hoy en día, y señala como causa principal el debate político que existe en la actualidad. Tampoco cree que haya malos políticos en sí, sino que a veces la dinámica del propio debate político impide sacar lo mejor de ellos. En cualquier caso, se echa de menos un mejor enfoque en política, según este madrileño que no concibe el periodismo sin un conocimiento clave de la legalidad.
Desde su despacho, o una mesa como prefiere llamarlo él, situado al fondo de la redacción, analiza la información política cada día. Dice que un buen analista político debe conocer los temas en profundidad, estudiarlos a fondo, saber de qué está hablando y tomar distancia para hacer el análisis. En este último aspecto reflexiona y alega que la objetividad es casi imposible; pero la distancia no, por lo que ésta siempre se tiene que dar a la hora de realizar un análisis. Elordi nunca olvida lo que él mismo denomina el ‘casco del periodista’, que es guardar cierta distancia después de entender el tema.
Siempre dispuesto a ir más allá de los hechos y analizarlos, que en formular una opinión, reconoce que en España hay buenos analistas políticos, pero destaca un mayor encarnizamiento de determinadas posiciones políticas con respecto a otros países. En cualquier caso, no cierra ninguna puerta al cambio, ya que si las personas se están alejando de la política es porque hay mucho que mejorar.
La moda no es lo único que evoluciona para este periodista, que porta unas llamativas zapatillas, con americana, pantalón negro y camisa blanca en el momento de la entrevista. Para Carlos Elordi la política ha avanzado en los últimos años en numerosos aspectos. Admite que hace 30 años era impensable que hoy se conociera el patrimonio de los políticos y los miembros del gobierno y, además, cree que se ha evolucionado en transparencia, aunque reconoce que todavía queda un largo camino por recorrer.
Sin embargo, no todo siempre evoluciona favorablemente en política, destaca que algunos aspectos como el encarnizamiento, la dificultad para hablar de las cosas de fondo o para hacer debates pausados sobre múltiples aspectos han ido empeorando con los años, por eso se reafirma en que deberían mejorar.
Con un trato cercano y bajo una única condición: hablarle de tú, este joven periodista, que realizó el Master de El País, asegura que el periodismo es algo que va día a día, por lo que alega que nunca se sabe dónde se puede acabar. Aunque le gusta la política, también le despiertan interés otros muchos campos, como la economía, el ámbito internacional, Latinoamérica… Su mayor pasión es hacer buen periodismo y contar historias, pero, sobretodo, divertirse con su trabajo.
Ahora que hemos estrenado gobierno, Carlos Elordi Cué apuesta por darles un margen de 100 días de rigor, ya que cuentan con un amplio respaldo en las urnas y una oposición hundida, además de muchas personas que les han votado convencidas de que en poco tiempo van a resolver las cosas, por lo que señala que tendremos que esperar para valorar sus actuaciones.
El joven periodista de El País nos acompaña a la salida y nos despide. Nos estrecha la mano y con una leve sonrisa se pone ‘el casco de periodista’ y regresa a su trabajo.
Como analista político que es, le enardece vivir una campaña electoral en la que los resultados no están claros y ver los esfuerzos de los partidos por intentar acertar con el mensaje, cambiar corrientes de opinión y arrastrar los últimos votos, que en la mayoría de los comicios pueden ser decisivos, aunque en la campaña que ha llevado a Mariano Rajoy a la Moncloa, según manifiesta, no lo hayan sido tanto.
El perfil de Carlos E. Cué, en la red social de Twitter, da fe de que se ha sentido un poco decepcionado con las últimas elecciones nacionales, ya que el resultado estaba cantado de antemano. Además, nos confiesa que un único debate, como ha habido en esta campaña electoral, le parece un gran retroceso y admite que lo interesante de la política es que haya incertidumbre en el resultado.
Para este licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Alcalá de Henares, esta campaña contrasta con la que arrebató en 2004 el Gobierno al Partido Popular y que estuvo enmarcada por el atentado del 11 de Marzo. Los cuatro días de marzo que cambiaron un país significaron el acontecimiento de su vida periodística más trascendental y, sin ninguna duda, cambió su vida profesional. Este hecho, que vivió casi a tiempo real, hizo que muchas personas cambiaran su voto y algunos que no tenían pensado acudir a las urnas lo hicieran; un suceso, que para él, no había ocurrido nunca antes en ningún país.
Siempre se muestra muy respetuoso con la intención de voto de cada persona, por lo que opina que la gente vota siempre bien a quien quiere. En esta misma línea, alega que en los atentados previos a las elecciones no se votó de manera impulsiva, sino que se obligó a plantearse determinadas cuestiones, no menos reflexivas, como la gestión que se hizo de los atentados, en tan sólo 24 horas.
Todo el mundo se interesó por la política durante esos tres días, sin embargo, a este analista que lleva más de 12 años ocupando la sección de política del diario de mayor tirada en España, le extraña que la gente no se interese más por ella, ya que todas las decisiones importantes que afectan a la vida de las personas se toman en la política. No obstante, alega, a la vez que se rasca la oreja, no sorprenderle que la población se encuentre desencantada de los políticos que hay hoy en día, y señala como causa principal el debate político que existe en la actualidad. Tampoco cree que haya malos políticos en sí, sino que a veces la dinámica del propio debate político impide sacar lo mejor de ellos. En cualquier caso, se echa de menos un mejor enfoque en política, según este madrileño que no concibe el periodismo sin un conocimiento clave de la legalidad.
Desde su despacho, o una mesa como prefiere llamarlo él, situado al fondo de la redacción, analiza la información política cada día. Dice que un buen analista político debe conocer los temas en profundidad, estudiarlos a fondo, saber de qué está hablando y tomar distancia para hacer el análisis. En este último aspecto reflexiona y alega que la objetividad es casi imposible; pero la distancia no, por lo que ésta siempre se tiene que dar a la hora de realizar un análisis. Elordi nunca olvida lo que él mismo denomina el ‘casco del periodista’, que es guardar cierta distancia después de entender el tema.
Siempre dispuesto a ir más allá de los hechos y analizarlos, que en formular una opinión, reconoce que en España hay buenos analistas políticos, pero destaca un mayor encarnizamiento de determinadas posiciones políticas con respecto a otros países. En cualquier caso, no cierra ninguna puerta al cambio, ya que si las personas se están alejando de la política es porque hay mucho que mejorar.
La moda no es lo único que evoluciona para este periodista, que porta unas llamativas zapatillas, con americana, pantalón negro y camisa blanca en el momento de la entrevista. Para Carlos Elordi la política ha avanzado en los últimos años en numerosos aspectos. Admite que hace 30 años era impensable que hoy se conociera el patrimonio de los políticos y los miembros del gobierno y, además, cree que se ha evolucionado en transparencia, aunque reconoce que todavía queda un largo camino por recorrer.
Sin embargo, no todo siempre evoluciona favorablemente en política, destaca que algunos aspectos como el encarnizamiento, la dificultad para hablar de las cosas de fondo o para hacer debates pausados sobre múltiples aspectos han ido empeorando con los años, por eso se reafirma en que deberían mejorar.
Con un trato cercano y bajo una única condición: hablarle de tú, este joven periodista, que realizó el Master de El País, asegura que el periodismo es algo que va día a día, por lo que alega que nunca se sabe dónde se puede acabar. Aunque le gusta la política, también le despiertan interés otros muchos campos, como la economía, el ámbito internacional, Latinoamérica… Su mayor pasión es hacer buen periodismo y contar historias, pero, sobretodo, divertirse con su trabajo.
Ahora que hemos estrenado gobierno, Carlos Elordi Cué apuesta por darles un margen de 100 días de rigor, ya que cuentan con un amplio respaldo en las urnas y una oposición hundida, además de muchas personas que les han votado convencidas de que en poco tiempo van a resolver las cosas, por lo que señala que tendremos que esperar para valorar sus actuaciones.
El joven periodista de El País nos acompaña a la salida y nos despide. Nos estrecha la mano y con una leve sonrisa se pone ‘el casco de periodista’ y regresa a su trabajo.
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